Orange is the new black: Estas son las personas reales en las que se basa la serie

¿Conocías el aspecto de los verdaderos Piper, Alex y Larry? ¡Mira este pequeño especial! 

Alex Vause (Cleary Wolters)
En el libro se llama Nora, en la serie Alex, pero en la vida real la ex-pareja de Piper se llama Cleary Wolters. Tras el éxito de la serie, Wolters decidió publicar su propio libro de memorias titulado Out of Orange. "Alex y Piper me han inspirado para contar toda mi historia, una saga increíble que tiene lugar a lo largo de todo el mundo: África, Europa, Asia y Estados Unidos, en la cárcel y fuera de ella", explicó la autora.

Seguro que ya sabes que Orange is the new black está basada en la historia real de Piper Kerman, una joven de buena familia que fue condenada por contrabando de drogas y lavado de dinero. Su historia se hizo mundialmente famosa cuando decidió contarla en la novela Orange Is the New Black: Crónica de mi año en una prisión federal de mujeres, algo que continuó con la serie de Jenji Kohan.

Si sigues la serie, los detalles de la vida de Piper te serán familiares, como su relación con Alex y Larry. ¿Sabes cómo son estas personas en la vida real? ¡Descúbrelo en este pequeño especial! 

Piper Chapman (Piper Kerman)
En 1993, Kerman comenzó una relación con una mujer que le introdujo en el mundo del narcotráfico. Cinco años después, fue declarada culpable de los cargos y entró en prisión para cumplir una condena de 15 meses. Durante todo el tiempo que estuvo encarcelada, la web The Pipe Bomb documentó su vida entre rejas.

 

Larry Bloom (Larry Smith)
El prometido de Piper también existe en la vida real. Se llama Larry Smith, es escritor y, como se ve en la serie, publicó un artículo titulado "One Sentence, Two Prisoners" ("Una sentencia, dos prisioneros") inspirado por su propia historia. Sin embargo, Larry y Piper continúan casados en la realidad. En el texto, Larry escribió: "Nadie en mi vida supo la realidad de nuestras circunstancias, como comprarle a tu chica una Coca Cola Light de la máquina expendedora en la sala de visitas (porque no le permitían tocar dinero) era uno de los grandes actos de amor que eras capaz de hacer".